sábado, 18 de febrero de 2017

De mamadas y depresiones

«Las mamadas reducen la depresión». Así de contundente era el título de un artículo que encontré el otro día navegando por Internet. Pues vaya una novedad, pensé, numerosos estudios científicos han demostrado que el sexo es beneficioso para la salud: mejora la circulación sanguínea, reduce el riesgo de desarrollar enfermedades coronarias y de contraer cáncer; la producción de oxitocina y testosterona favorece la regeneración celular, ósea y muscular, elimina el estrés, evita la depresión; estimula la hormona del crecimiento, adelgaza, tonifica, regenera y revitaliza la piel...
No es de extrañar que ningún hombre se resista a que le hagan una buena mamadilla, ¿verdad? «¡Y aunque no fuera beneficioso para la salud!» grita uno al fondo. Eso mismo pienso yo de un buen cunnilingus, querido. Eso mismo pienso yo.



Lo hubiera dejado pasar si no fuese porque días después un amigo me mandó un enlace a un artículo con un título aún más contundente: «Mamar penes te cura la depresión». ¡Un momento! Que el otro no se refería a que si te la chupan se reduce tu depresión, sino que te reduce la depresión ¡si la chupas tú!. ¿En serio? Pues como os cuento en este reportaje, va a ser que no. Lo siento, tendréis que convencerla con otra excusa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario